¿Qué come Chuck Norris?

¿Por qué todas las cosas se hacen tan temprano en estos países?, ¿Por el calor ?, Yo creo que no, es para tocarme a mí las narices. Son las 3,30 ¿de la mañana?, ¿de la noche ?. Bueno, no sé, es miércoles y me estoy levantando para ir a ver un entreno de los Marines Americanos, en el que aprenderán técnicas de supervivencia en la jungla, vamos, más que técnicas, aprenderán a comer cosas en y de la jungla, es decir,  lo que come Chuck Norris cuando está en la selva y es que ya lo dicen: “cuando Chuck Norris come chicharrones, los chicharrones no hacen ruido“.

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 Llego en coche acompañado de dos amigos fotógrafos a la playa de Hat Yao en la provincia de Chonburi, a unos doscientos kilómetros al este de Bangkok. En la puerta de la base nos espera el Teniente Primero Baugth el cual nos permite la entrada a la zona militarizada. Durante unas semanas alrededor de 10.000 soldados estadounidenses y sus homólogos tailandeses la Thai Navy. Aquí los Marines americanos aprenderán técnicas de supervivencia y combate en la jungla del Sudeste Asiático. Los periodistas podemos asistir a alguno de estos ejercicios y el Cobra Gold es el asignado para la prensa.

 Al llegar a la playa me apresuro a ponerme crema solar no me quiero quemar con el sol, pero el lugar de entrenamiento de hoy, es bajo un árbol en la sombra, estos tíos no son tontos, empezamos bien. Allí unas decenas de Marinas escuchan a un suboficial del ejército tailandés, un tío con más mili que el Capitán Trueno. Este les está dando una clase teórica y práctica de las cosas que pueden encontrar en jungla y que pueden consumir: en botes de formol hay insectos y reptiles venenosos que los pueden matar rápidamente en la selva,  todo tipo de fruta tropical, las plantas que son comestibles, de donde sacar agua potable, que insectos comer y donde conseguirlos e incluso les muestra unas hierbas que pueden comer,  pero les advierte que nunca las deben fumar, les cuenta que era lo que fumaba el Viet-Cong y que los volvía locos. Nos comemos la fruta, nosotros también, pero yo me quedo con las ganas de probar esas hierbas, bueno, otro día será. 

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Este es el primer plato en el menú del día.

 Mientras me fumo un cigarrillo apartado de los soldados, me doy cuenta que hay una gallina y un gallo, también en una cesta donde hay diferentes tipos de cobras, recuerdo que hace menos de un mes que comenzó el año de la Serpiente en el calendario chino, pero creo que estas serpientes no son precisamente para celebrar el año nuevo.

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 Entonces el suboficial tailandés manda que le traigan la gallina, la coge por el cuello y dándole unos giros circulares con su brazo en forma de aspa de molino, decapita el animal como si nada! Entonces pide algún voluntario para hacer lo mismo con el gallo, y aquí llega un aspirante a Chuck Norris, el soldado de primera Hien, coge el gallo por la cabeza, empieza a girar su brazo imitando los movimientos del monitor y…sorpresa!  el gallo sigue vivo y la cabeza en el mismo lugar, lo intenta de nuevo, pero el obstinado gallo no quiere perder la cabeza, entonces el instructor le ordena: si no puedes decapitarlo así, hazlo con los dientes y en aquel momento empieza una lucha entre los dientes del soldado y el cuello del gallo: mordeduras, tirones de carne, aleteo del pobre animal; gallo y soldado sufren de manera diferente durante estos minutos que se prolonga la pelea, al final yo creo que el gallo hubiera preferido una guillotina, mucho más rápido .

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El segundo plato del menú está servido.

Pero aún falta el plato principal en este extraño menú y también porque no decirlo, lo que todos estaban esperando, el momento de la cobra. Traen el cesto de las serpientes y el suboficial enseña a los soldados como agarrar a una cobra, algunos prueban y juegan con ella cogiendo el reptil de la cola, no sin algún pequeño susto y las consiguientes risas nerviosas.

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Cuando terminan de divertirse  y ya han visto todas las variaciones posibles cobras que se podrían encontrar en la selva, el instructor tailandés decapita la primera cobra con su cuchillo, también le corta el extremo de la cola de la serpiente, dice que así es más fácil poder exprimirla para extraer y beber su sangre, si, si beber su sangre. Entonces todos los soldados quieren probar la sangre, nadie quiere quedarse sin el postre, todos se arrodillan y animan a sus compañeros a que participen,  mientras se exprime al reptil,  la sangre cae a las bocas abiertas de los soldados. Todos parecen disfrutar con este extraño manjar, se vuelven locos, todos quieren la sangre del animal.

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El postre está servido.

Pero claro, ¿dónde se ha visto una buena comida si después de los postres no hay una bebida digestiva?. Pues aquí también hay y no es orujo de hierbas. El suboficial tailandés ha Ido cogiendo los vesículas biliares de los reptiles que ha Ido matando y les ha ido introduciendo en un recipiente de cristal con vino de arroz. Al finalizar el Ejercicio la bebida ya está lista para servir, el instructor explica que la bebida es buena para evitar la caída del cabello y que además també da potencia sexual del hombre. 

El vino corre, todos bebemos, yo también.  Pero la verdad, a mí no me ha crecido el pelo,  probaré lo otro, ya os contaré.

Y así acaba este maravilloso buffet gastronómico, del cual el mismísimo Chuck Norris estaría bien orgulloso,  pues ya lo dicen y el rumor de que Chuck Norris es vegetariano quizás es completamente cierto, pues dicen  que no come nada hasta haberlo dejado con sus propias manos en estado vegetativo.

Buen provecho.

FOTOS Y TEXTO: JOHN BALI (Joan Manuel Baliellas)